HUELLAS DEL PASADO.

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Cuando evoco recuerdos del pasado, 
 lo que queda, de aquello, son eriales; 
los abrojos de un campo desolado
y la nieve que cubre los rosales.
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El sumiso labriego no es el mismo;
con el tiempo ha perdido su humildad,
porque se ha contagiado del cinismo
de esta inculta y perversa sociedad.
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Hoy todo es un sofisma pernicioso,
se ha perdido el honor, que antes había;
ya no tiene valor lo que era hermoso,
solo impera la burda fantasía.
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Vale mas el fulgor del artificio,
y todo lo que brille, cuál diamante.
Un castillo de arena no es ficticio
a los ojos de un déspota ignorante.
*****
Los buenos modales naufragaron.
 Las virtudes son cosas del pasado;
las rosas del amor se marchitaron,
como Flores que nunca se han regado.
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 El calor familiar ya no es el mismo,
cada cual, al nacer, coge su rumbo.
Da lo mismo rodar hacia el abismo,
que vivir en las ruinas de este mundo.
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