ANSIEDAD
xx Eres nota que vibra en mi canción y, como una romántica saeta, llegaste a mi callado corazón, que por ti, de ansiedad, se hizo poeta. xx Quisiera ser la brisa de la aurora que acaricia tu blonda cabellera, y a tus plantas, mujer encantadora, rendirte admiración, la vida entera. xx Y ser, también, del mar, las tibias olas, y, como ellas, poder acariciarte, y en un beso morir contigo, a solas, de locura infinita al contemplarte. xx Quisiera de tu boca ser aliento, y en secreto libar tus labios rojos; y embriagarme de amor con tu tormento, bajo el cielo radiante de tus ojos. xx También, yo quiero ser la veranera que se aferra al umbral de tu ventana, y poderte mirar, la vida entera, a la luz celestial de la mañana. xx Y ser, también, la estrella vespertina, que en el alto confín del firmamento, te contempla a través de tu cortina, queriendo penetrar en tu aposento. xx Y quien fuera la alondra enamorada, que trina en la quietud de la sabana, para siempre cantarte en la alborada el him