CENIZAS.

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Hay recuerdos que no desaparecen,
y nos siguen, cual sombra, de por vida,
tan acervos que siempre permanecen
en el alma, como una ardiente herida.

Como estigmas se aloja en la mente,
ya marchitos, cansados de soñar
en un pasado oscuro, indiferente,
y que nunca podremos olvidar.

Esa nube siniestra de los años
nos sigue, cual fantasma por doquiera.
Los golpes de la vida son eternos.

Mientras tanto, vivamos sin engaños,
que mañana no habrá otra primavera,
porque ya se avecinan los inviernos.

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